Regateando algoritmos
Otra vez ha vuelto a pasar. Para quienes estamos acostumbrados al uso de redes sociales como difusores de contenidos, es un hecho habitual: La modificación de los algoritmos que muestran contenidos causan un impacto inmediato en la estrategia digital, pues hasta que no pasa el tiempo, no se descubren sus nuevos patrones de comportamiento. Adaptarse e invertir tiempo en ello de manera obsesiva puede ser en vano, pues nadie sabe cuándo sucederá el próximo cambio y hasta qué punto puede afectarte. Pasó con Google, pasó con Twitter, y ahora con Facebook.
Siempre fue así, pero estos cambios se ha acrecentado en los últimos tiempos. Y toda acción claro, genera una reacción. Hay una discusión flotante en torno a los algoritmos. Cuando parecía que las redes sociales iban camino de convertirse en una suerte de agregador de noticias personalizado, las noticias falsas y el posicionamiento exagerado de las mismas fue reduciendo la experiencia social, propósito iniciático de las redes. ¿Recuerdan el título de la película, La red social? Poco queda de la sola intención de conectar personas. El usuario está exigiendo una vuelta a los orígenes. ¿Por qué ya no veo a mis amigos y veo sólo publicidad y noticias?
Y también, ¿no están los algoritmos creando experiencias espejo, replicando nuestros gustos y desechando todo lo demás, en vez de fomentar la diversidad y los matices, incluso la confrontación de ideas? ¿Están creando visiones distorsionadas de la realidad? Los robots, en el propósito de acercarnos contenido adaptado a nuestros gustos, nos están volviendo monofocales. Así, nos parece que la realidad es mucho más parecida a nosotros de lo que realmente es. Pero La verdad está ahí afuera, que dirían en X files. (más…)