Uno de los espacios públicos de Jerez que menos me gustan es el botellódromo. Me recuerda a The Wire y su «Hamsterdam». El Ayuntamiento creó ese emplazamiento para los jóvenes y ahora que ha fracasado (allí se ha agredido y asesinado a gente) lo abandona a su suerte. La delegada de juventud dijo hace dos años que iban a promover actividades alternativas de ocio. ¿Cuáles han sido? ¿Existen? ¿Se cuenta con los jóvenes para definir su papel en la ciudad?

    Aquí dejo el artículo de La voz del sur. 

     

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      Escritor y Social Media Manager. Ha escrito el libro Yo, precario (Libros del Lince 2013), Juan sin miedo (Alkibla 2015), Hijos del Sur (Tierra de Nadie 2016) y SOS (2018). Ha sido traducido al griego y al alemán. En 2014, creó La Réplica, periodismo incómodo.