Conferencias en las universidades de Cádiz y Tarragona

Conferencias en las universidades de Cádiz y Tarragona

Si por algo recordaré este año 2018, es por haber comenzado a desarrollar mi faceta como docente, impartiendo conferencias sobre reputación digital y comunicación. Un alumnado que va desde estudiantes de comunicación y relaciones públicas hasta otros de marketing y dirección de empresas.

Es un tema en el que me he formado durante años, antes de escribir SOS, 25 casos para superar una crisis de reputación digital ya tenía predilección por tratar de comprender de dónde venían las crisis corporativas y cuál era el camino más corto para atajarlas. Con todos los casos que estudié para el libro, y muchísimos más que surgen cada día, he podido ser capaz de entender el fenómeno y, a mi manera, explicarlo ante audiencias de profesionales.

Este final de año tuve la oportunidad de desarrollar charlas al respecto en la Universitat Rovira i Virgili y en la Universidad de Cádiz. Es un gran comienzo, el año que viene ya tengo apalabradas nuevas conferencias al respecto.

Así fue el cartel de mi charla en la Universidad de Cádiz, la misma en la que estudié.

 

Benditos intrusos. Crónica del Reinventa’t 2016: Digitalizar-se o morir.

Benditos intrusos. Crónica del Reinventa’t 2016: Digitalizar-se o morir.

Andaba yo de jornada de trabajo un poco como pez fuera de la pecera, boqueando y desorientado, en las jornadas #ReinventatGI16 que habían organizado en el Palau de congressos de Girona. Una jornada con un fuerte carácter institucional, con grandes bancos, universidades y asociaciones de empresarios como impulsores de la misma. El título del ciclo de conferencias era un tanto inquietante: Digitalitzar-se o morir. Como exabrupto funciona, pero es poco edificante.

Aunque es una necesidad imperante en el mundo empresarial, sobre todo si se trabaja en el ámbito internacional, hay vida más allá de la digitalización. Y se puede ser feliz. Que le pregunten a El Cabrero. Conviene no olvidarlo, porque muchas veces creemos que la experiencia digital solucionará todos nuestros problemas y, al final, el mundo son las personas y sus relaciones y sentimientos generados de las relaciones.

La confluencia de actores del ciclo dibujaba un panorama que conocemos bastante bien quienes nos dedicamos al marketing, en cualquiera de sus vertientes. Casos de éxito empresarial que debemos tomar como ejemplo y filtrar las mejores ideas en tu contexto para ser competitivos.

Ser competitivos, qué expresión. Las conferencias comenzaron con 4 directivos hablando de robotización, reducción de costes y burocratización, flexibilidad de las relaciones laborales, oportunidades de negocio, etc. Un discurso de acento liberal marcado por las reglas de la globalización.

No soy tonto ni un idealista. La realidad impone a la pequeña y mediana empresa unas exigencias enormes para sobrevivir. Es necesaria una maquinaria casi perfecta para aspirar al crecimiento y la difusión de una idea. Es necesario, pues, el conocimiento. Pero no lo es todo. Aspiramos a construir un mundo donde intereses empresariales e intereses sociales convivan de manera armoniosa. Aspiramos a desarrollar modelos de negocio que constituyan mejoras para la sociedad, a sociedades cuyos valores respeten el sacrificio y trabajo de las empresas, desde el primer hasta el último empleado. Aspiramos a un ideal que es precisamente el que nos pone en movimiento.

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Esto yo no lo percibía en las charlas, o al menos no lo estaba haciendo, hasta que aparecieron Gina Tost y Chema Alonso. Los dos ponentes más jóvenes y para mí, las dos mentes más lúcidas de la jornada. Los dos a su modo fueron elementos subversivos. La primera, no solo por el hecho de ser mujer (la única que intervino durante la jornada matinal), sino por los valores que dejó sobre la mesa. Cofundadora de GeenApp, en su discurso habló de colaboracionismo y no de competencia, de conciliación laboral, de oficinas sin despachos, de apostar por el talento del empleado, de horizontalidad, de posibilitar su crecimiento y desarrollo de competencias, de honestidad y, por supuesto, de trabajo duro. Había un toque de paternalismo en el ambiente que no me gustó, porque a Gina no solo nadie le ha regalado nada, sino que posiblemente su ejemplo sea mucho más precursor y construcivo que los CEOs internacionales a los que tanto les preocupa las productividades.

Por su parte, Chema Alonso también fue una grata sorpresa. Ya su atuendo era un elemento auténtico; su gorro, su sudadera skate, la pelota con la que jugaba mientras hablaba de temas tan trascendentales como el uso de datos por parte de las grandes corporaciones… Uno imagina en un puesto de responsabilidad en Telefónica a un joven con el pelo engominado, un trepa sin escrúpulos con un traje Emilio Tucci. Y no. Puede haber personas talentosas con el propósito de hacer un mundo mejor. Válgame su ejemplo como lección. En cualquier caso, lo interesante de su aportación no fue, obviamente, su vestimenta, sino su discurso. En apenas 45 minutos, Chema hizo un análisis del tratamiento de datos por parte de las empresas en el ámbito digital y todo lo que conlleva el buen uso de los mismos. Pero, al tiempo, en dos momentos particulares abrió sendos debates de interés. Uno, la necesidad de construir consensos sociales en torno al tratamiento de datos por parte de las empresas, e hizo hincapié en que son las sociedades y no las empresas las que deben hacer prevalecer sus intereses. En pleno debate sobre el TTIP, su opinión desde su posición tiene un alto valor simbólico. En un segundo momento habló sobre el valor de la educación pública y los servicios sociales en España, que posibilitan el desarrollo del talento de quienes, como él, provienen de familias humildes. Y esto también tiene un sentido proteccionista con lo que construimos entre todas las personas que conformamos la sociedad. Su visión del trabajo como espacio donde desarrollar ideas que permitan una vida mejor, me fascinó.

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No sé cómo serán Gina y Chema en el «Off the record», pero es tremendamente esperanzador encontrar talento, trabajo y responsabilidad social en las dos intervenciones más jóvenes de la jornada. Opiniones diferentes expresadas desde el respeto y la convicción de que juntos se construyen proyectos importantes, quizás el más importante, el de una humanidad más justa. Y es que, probablemente, después de todo, eso es lo que nos está faltando, construir proyectos en común. Serán las nuevas generaciones, desprejuiciadas y con otra escala de valores, los auténticos motores del cambio.

Un anuncio de lotería donde no importa el dinero

Hace días critiqué el anuncio de la lotería cuyo slogan es «Mis sueños no se compran con dinero».  Los motivos están en el post.  Tenía la sensación agridulce de que, últimamente, solo comentaba en el blog las acciones de marketing que no me gustaban. Pero mira por donde, el nuevo anuncio de La lotería de Navidad (2016) me parece un spot acertado.  ¿Por qué?

Si analizamos sus antecedentes, los anuncios de la lotería de navidad, además de gozar con una factura técnica impecable, han acertado siempre en su target (público familiar), en su ubicación (el bar como indiscutible espacio de encuentro en España) y en la sencillez de sus mensajes (fácilmente asimilable), pero a menudo han caído en la caricatura, la sentimentalidad facilona o en la repetición de patrones de sobra conocidos.

El anuncio de este año, en cambio, creo que tiene al menos dos aspectos novedosos.  (más…)